domingo, 30 de octubre de 2011

Ruta circular por el Brandjochkreuz (2268m) y el Achselkopf (1572m). 22/10/11

Llega el fin de semana, y con él, el momento de salir de nuevo a la montaña. Parece que por ahora la suerte nos acompaña, pues las últimas semanas, en torno al miercoles algún día llueve (nieve en las montañas) pero al llegar el fin de semana, el tiempo es perfecto. La idea inicial es intentar la subida al Brandjochspitze, un importante pico de la Nordkette situado detrás del Brandjochkreuz, pero con una última parte más técnica y, con nieve reciente, peligrosa. Así que cambiamos el plan sobre la marcha...


Resumen de la ruta
Inicio y final: Innsbruck (580m)
Cumbres:
Brandjochkreuz (2268m)
Achselkopf (1572m)
Distancia: ***
Desnivel de subida: 1750m
Desnivel de bajada: 1750m
Tiempo: 10h (paradas incluidas)


En esta ocasión nos acompaña Alejandro, con el cual ya compartimos ruta la semana anterior (ascensión al Serles), y Philipp, un amigo suyo. Cuando estamos los cuatro en el punto de encuentro, nos ponemos en marcha por el trillado camino que nos lleva al Rauschbrunnen (1060m), el cual ya hemos realizado en muchas ocasiones, y en el que apenas se nos van 50 minutos...


El día parece que se va a portar muy bien...y desde el "refugio" observamos el pico Achselkopf, que más que pico es una pequeña protuberancia cubierta de árboles en la ladera del Brandjochkreuz...


...y tras pedir consejo a la guarda/dueña (más que refugio es una especie de restaurante, aunque creo que tiene posibilidad de albergar huéspedes), desistimos de nuestra intención de subir al Brandjochspitze, pues nos comenta que es muy peligroso. Algo habíamos leido ya...tiene algunos pasos delicados de trepada al final, y con la nieve...mejor no arriesgar. De esta forma, decidimos volver a subir al Brandjochkreuz, el cual ascendimos hace unas semanas. Tomamos el camino hacia Aspach Hütte, al cual llegamos en algo menos de una hora...


...y donde nos encontramos con dos personas más.


¡Que casualidad! Hablan español jejeje. Charlamos un rato y al final deciden unírsenos. De derecha a izquierda: Nicolás, de Argentina, y Anton, de Austria. Y luego Alejandro y yo...


Así que con nuestro grupo aumentado, retomamos el camino, siempre subiendo (Hohe Warte y Kleiner Solstein de frente)...


...dejando detrás el Nockspitze (Stubaier Alpen), al cual le tenemos muchas ganas...


...y tras pasar una zona de bosque, aparece ante nosotros el Brandjochkreuz, mucho más blanco que la otra vez.


Realizamos una pequeña parada de descanso, hablando a ratos en español, en inglés y en alemán...¡y yo ya me pierdo!...


...con estas magníficas vistas sobre Innsbruck.


De ahí llegamos en cinco minutos a un pequeño refugio cerrado, de donde parten varios caminos. Cogemos el de la derecha, bordeando la ladera...


...encarando poco a poco nuestro objetivo...


...y ahora ya pisando solo nieve.



El sendero se adentra  en dirección a un pequeño circo (Schneekar), pero antes de llegar a él gira a la derecha, y comienza a ascender entre verdes arbustos cubiertos de nieve. En varias ocasiones perdemos la traza del camino por la falta de huella y nos vemos obligados a encabezar una encarnizada pelea contra las ramas que nos impiden el paso, pero finalmente conseguimos llegar a la gran explanada...


...de donde parte el último tramo de la ascensión. Paramos otros cinco minutos para echarnos crema protectora...


...y poco después proseguimos la subida. Avanzamos sin problemas hasta la última parte de ésta, en la que la pendiente, la nieve blanda y la falta de huella no facilitan para nada la tarea, pero a base de insistencia y unas buenas patadas, llegamos a la cima.


Que cerca parece la ciudad, y pensar que son 1700 metros de desnivel...


La Nordkette hacia el este...


...y el grupo descansando.


Brandjochkreuz (2268m).



Ahora es el momento de plantearse que hacer a continuación. Descartada queda la ascensión al Brandjochspitze, pero...volver por el mismo sitio tampoco nos atrae, asi que, ¿por qué no bajar por el Achselkopf (en el centro de la foto)?


Con el firme propósito de repetir la panorámica que ya realicé una vez, cojo la cámara y subo unos metros más por la cresta, siguiendo las pequeñas huellas de las cabras...


...y así queda el resultado (pinchar para ampliar).


Comemos, bebemos, y...bajamos.



Anton...


...y yo llegamos los primeros a la explanada...


...y viendo que a los demás aún les queda un rato...


...nos ponemos a jugar a los "dardos", pero tirando bolas de nieve a una piedra jejeje.


Al rato llegan los demás...


Philipp...


...y cogemos el sendero que sale de la explanada hacia el este (justo de frente al lugar por donde habíamos llegado antes a este mismo punto), y por el cual al poco tiempo desaparece la nieve...


...con los Alpes de Stubai de fondo...


...y acercándonos más y más al Achselkopf...


...alcanzamos el Achselbodenhütte, también cerrado, y bebemos un trago de agua fresca (¡muy fresca!) de su fuente.


La ciudad sigue en su sitio...


...y nosotros vamos comentando que no podremos decir "he subido a esa montaña (Achselkopf)", sino que deberíamos decir que la hemos bajado...


...pues en el momento en que el camino de bajada y el sendero a esta pequeña cumbre se separan, apenas hay que subir unos cinco o diez mentros de desnivel. Entre todo esto, no dejo de maravillarme con el Serles, que pico más bonito...


...y en apenas cinco minutos llegamos a la cima. Achselkopf (1572m). Entonces comenta Anton "¿sabéis que significa Achsel?" "mmm no...", y se señala el sobaco sonriendo. Kopf es cabeza, así que la traducción sería algo así como Cabeza Axilar, o similar...


La cima esta cubierta de árboles y tampoco tiene unas vistas impresionantes, así que no nos demoramos mucho en ella. Volvemos atrás y retomamos el camino de bajada...


...el cual fue sin duda alguna la parte más dificil del recorrido. Muy estrecho en una ladera con mucha pendiente, entre los árboles y con orientación nordeste, es decir, con hielo en algunas partes. Encontramos algunas zonas peligrosas en las que la caída es considerable, pero al final llegamos sanos y a salvo a Höttinger Bild, una pequeña capilla a 300 metros sobre Innsbruck...


...con las últimas luces del día...


...y como no podía ser de otra forma, bajamos hasta la ciudad para darnos un pequeño homenaje, a base de cerveza y bratwurst (izq-dcha: Iván, yo, Alejandro, Anton, Nicolás y Philipp).


Otro gran día de montaña, y al siguiente...¡hubo más!

¡Un saludo!

viernes, 21 de octubre de 2011

Serles (2717m), de Sol a Sol. 16/10/11

"Cuenta la leyenda que hubo una vez por estas tierras un orgulloso rey de las montañas llamado Serles. Su fuerza y su ferocidad eran sólo comparables a su maldad. Este rey era un apasionado de la caza, y los perros y los caballos eran para él mucho más que las personas.


Cierto día, estando con sus dos hijos tras la pista reciente de un venado, llegó galopando a una zona de pastoreo, donde los pacíficos animales se dispersaron envueltos en el más profundo terror. El rey, cansado de perseguir al esquivo venado, ordenó dar caza a los pobres animales, originando una masacre sangrienta. Cuando más tarde hizo referencia a la diversión que la matanza le había procurado, todo el pueblo supo que nadie estaba a salvo. Nadie podía osar quejarse, y mucho menos hacer frente al poderoso Serles.

Las injustas cacerías se sucedieron, una y otra vez, y el rey parecía no aburrirse con ellas, hasta que un día apareció un pastor, cansado de semejantes maldades, y con una ballesta disparó a unos de los perros del rey, dándole muerte al instante. El rey, consumido por una rabia incontenible, e incitado por sus hijos, espoleó al resto de la jauría contra el indefenso pastor. Sonriendo, observó como la carne era mutilada y desgarrada en un asesinato sangriento.

La medida de su iniquidad y su vileza había alcanzado límites insospechados y, de repente, el cielo se oscureció, la noche llegó y se desató la más terrible de las tormentas. Los pastores huyeron a sus hogares, pues nunca habían visto nada parecido, pero al poco tiempo, del mismo modo que había llegado, el temporal se esfumó y la claridad del día volvió. El pueblo, atemorizado, salió al exterior y observó con incredulidad la nueva gran montaña de tres puntas que había surgido en las tierras cercanas, allá donde antes hubo verdes pastos. El rey y sus dos hijos habían sido castigados y convertidos en piedra por sus crímines."


Resumen de la ruta
Inicio y final: Matrei am Brenner (980m)
Cumbres:
Serles (2717m)
Distancia: 21km
Desnivel de subida: 1750m
Desnivel de bajada: 1750m
Tiempo: 11h (paradas incluidas)


El Pico Serles (Serles Spitze) es una montaña simétrica de tres picos situada al sur de Innsbruck que pertenece a los Alpes de Stubai (Stubaier Alpen). Aunque no está en la primera línea de montaña de la ciudad, su prominencia hace que éste pueda ser visto prácticamente desde cualquier rincón, dominando desde la lejanía. También recibe el nombre de König Serles (Rey Serles, por el cuento popular), Waldrast Spitze (por el montastero de Maria Waldrast que se encuentra a sus pies) y Hochaltar von Tirol (Altar Mayor del Tirol, por su prominencia sobre los valles aledaños).

En esta ocasión nos acompañan dos amigos, Cristina y Alejandro. Fue éste último quien nos convenció para realizar esta ascensión, así que de la noche a la mañana, cambiamos nuestros planes del domingo para arrojarnos a la montaña.

Aún amaneciendo, llegamos al pequeño pueblo de Matrei am Brenner (a escasos 15 minutos en tren de Innsbruck) y preguntamos por indicaciones en la gasolinera. Tendremos que recorrer toda la calle principal del pueblo de una punta a la otra...


...para salir por una carretera bien señalizada hacia Maria Waldrast, el monasterio a los pies de la montaña.


Con la primera luz directa del Sol salimos de Matrei...y aunque en ese momento aún no lo sabíamos, volveríamos al pueblo de noche.


Rodeando verdes pastos...


...el Rey Serles aparece sobre los árboles.


A unos quinientos metros del pueblo, tomamos un camino de tierra que sale hacia la derecha...


...y que nos llevará, en una hora y media (unos 5 kilómetros y 600 metros de desnivel) al monasterio.



La carretera llega hasta aquí, pero a falta de coche, nosotros lo hacemos andando jeje.



Le echamos un vistazo a los diferentes carteles informativos...


...y después de beber un trago de agua de la fuente, salimos por el camino que comienza detrás del monasterio. Pasamos una primera zona de pinos para llegar de nuevo a zona abierta...


Los colores de los Alpes...


Atravesamos varias pedreras, algunas con mucha pendiente y huella estrecha...


...pero casi todo el camino es por verde.


Ascendiendo lentamente...


...con estas vistas...


...nos dirigimos al collado sur del Serles Spitze.


Sobre nuestras cabezas, riscos aparentemente infranqueables...


Cristina e Iván en una pequeña parada.


Esto es lo que vamos dejando atrás...


...y esto lo que tenemos por delante. Parece que hoy también pisaremos nieve...y no poca.


A lo lejos distinguimos varias cruces, colocadas en los picos más importantes.


¿Una parada?


El camino no tiene pérdida alguna, y pasamos de la hierba a la nieve.


Es curiosa la cantidad de aviones que sobrevuelan la zona.






Poco a poco la hierba va desapareciendo del todo, dejando sitio solo al blanco y al gris...


...y nosotros, sin prisa pero sin pausa, continuamos ascendiendo.


Superamos varias lomas y algún repecho más duro, hasta que después de uno de ellos...


...aparece a lo lejos el collado: Serlesjöchl...


...y apenas una media hora nos separa de él.


Llegando al collado...


...me adelanto y aprovecho para hacer unas fotos a mis compañeros.




Poco después reanudo la marcha y alcanzo el Serlesjöchl...


...y me llama la atención ese puntal. Pero no creo que sea la cima.


Enseguida me vuelvo para ver la otra vertiente. El collado está algo encajonado, lo cual crea una vista bastante curiosa hacia el oeste (pinchar para ampliar)...


La imponente pared sur...


...y aquí llegan Iván, Cristina y Alejandro.


Parece que también se puede ascender por la otra vertiente, aunque la subida parece más dura.


Continuamos hacia la derecha, para afrontar el tramo más complicado de la ascensión. Se trata de una pared de unos 4 metros equipada con una escalera metálica y después varias zonas equipadas con cables. Se puede avanzar sin hacer uso de ellos, pero dado que es un pico muy frecuentado, creo que no están de más. Dan bastante confianza, pues el patio de esta zona es considerable. Una vez superado, tenemos una impactante vista sobre la pared del otro lado del collado...


Tras la parte más técnica, nos esperan unos cuatrocientos metros de desnivel positivo. Pero ya andando, a base de zetas...


Un trago de agua para relajar la tensión del tramo anterior...y tras nosotros aparece al fondo el Habicht, un importante tresmil de los Alpes de Stubai...


...y un poco más a la izquierda...¡las Dolomitas! ("¿si, no?"..."si, yo diría que si...jejeje").


Según subimos, a nuestra izquierda queda el valle de Stubai (Stubaital), con sus pequeños pueblos...



...y vamos dejando cada vez más abajo la imponente pared del collado.


Después de superar un pequeño repecho, en el que hay que utilizar las manos, aparece la cima ante nosotros...


...y parece que no hay poca gente.


Una última mirada hacia atrás...


...con el Habicht (3277m)...


...y Cristina e Iván, que ya llegan...


...y continuamos, hasta llegar a la enorme cruz que corona la montaña. Y éste es el panorama que allí nos encontramos.


Están dando una misa, pero como no entendemos casi nada no sabemos el por qué, así que nos retiramos a un lado y a disfrutar de la recompensa. Innsbruck aparece a lo lejos...


...así como la mayor parte del camino que hemos recorrido en la subida...


...en especial el Monasterio de Maria Waldrast, que parece estar muy lejos.


Sacamos los bocadillos, el chocolate...y nos abrigamos, porque aquí arriba si que hace fresco jejeje.


En cuanto vemos que el cura se quita la sotana y se cuelga la mochila de los hombros, sabemos que es nuestro turno. Serles (2717m).



Nuestros acompañantes, Alejandro...


...y Cristina.




Aquí teneis una panorámica sobre el Stubaital.


La imponente cruz.


El Habicht...


Otro pico, cuyo nombre desconocemos, pero con una silueta muy atractiva...


Al norte tenemos Innsbruck, con la Nordkette detrás, perteneciente a los Alpes de Karwendel...


Al este los Alpes de Tuxer...


...y donde nos encontramos, los Alpes de Stubai. Después de terminar de comer, y de que un cuervo se llevara un buen trozo de chocolate, recogemos e iniciamos el descenso.



Bajamos la larga pedrera...



...observando estas curiosas formas de la nieve...


...mientras esta imagen nos saca una sonrisa de la cara. Empezando desde pequeñita ^^.


¿Qué estará mirando Alejandro?


Quizás estas maravillas...


...o los pequeños pueblos del valle.


Cuando ya estamos cerca del collado...


...nos toca esperar nuestro turno en el paso del cable...


...así que me entretengo haciendo fotos...


...observo el camino que sale hacia el sur, hacia el Kesselspitze (2728m). Quizás para otro día...



Superamos el cable y la escalera sin problemas e iniciamos el descenso hacia el valle...


...sin poder evitar salirnos del camino para bajar por la nieve, mucho más cómoda, perfecta para andar.




La bajada se hace pesada, es lo que tiene bajar por donde se ha subido...


...pero al final, con una Weissbier en el monasterio todo lo malo se olvida jejeje.



De ahí otra hora hasta Matrei, donde ya ha anochecido cuando llegamos, y otra cerveza más mientras esperamos al tren que nos llevará de vuelta a Innsbruck.

Un saludo.