Aprovechando la luna llena, en esta ocasión hacemos una escapada nocturna a la sierra. La idea era dormir en el vivac de Peñalara, como inicio de nuestra aclimatación (no es mucha altura, pero creemos que es mejor que nada) de cara a la próxima ascensión al Mont Blanc, la cual sería cancelada posteriormente por motivos que tampoco hace falta explicar. Tendremos que esperar a otro año.
A media tarde Iván y yo nos acercamos a los Bolos del Tranco, dos enormes bloques situados a escasos 10 minutos del aparcamiento de el Tranco (Manzanares el Real), para prácticar autorescates en caso de caída en una grieta. Utilizamos una de las vías equipadas para escalada artificial que tiene un pequeño desplome a unos cuatro o cinco metros del suelo para montar una cuerda fija por la que luego practicaremos el llamado sistema Texas. Consiste en un anillo sencillo de prusik atado con un mosquetón al arnés y un segundo nudo prusik con un par de extensiones a modo de estribos. El sistema es tan sencillo como ir alternando el peso de uno al otro prusik: subes el prusik de los estribos, te pones erguido sobre los estribos, subes el prusik del arnés, dejas caer tu peso sobre él, y repites la maniobra subiendo otra vez el prusik de los estribos.
En una hora y media desmontamos todo el chiringuito de cuerdas, cordinos y mosquetones, y nos volvemos al coche, mientras el sol se oculta tras las montañas...
...anocheciendo rápidamente.
Para cuando llegamos al Puerto de Cotos, ya es casi de noche, la luna brilla con fuerza en el cielo...
...y parece que tenemos compañía. Este pequeño zorro avanza lentamente hacia nosotros, supongo que oliendo la comida...
...pero no se atreve a acercarse a menos de unos cinco metros. Se me hace muy curioso verlo aquí, en el asfalto del aparcamiento, aunque quizás debiera ser al revés, ya que claramente somos nosotros los invasores.
Sin entretenernos mucho comenzamos la subida por la pista que sube a Dos Hermanas. En esta foto con una apertura de 30 segundos, parecería que eso que brilla es el sol...
...pero así es como lo vemos nosotros jeje.
A buen paso, en una hora alcanzamos la Hermana Menor, y en media hora más la cima de Peñalara. Aquí arriba corre un viento bastante incómodo, por lo que mi sesión de fotos será más bien corta. Hacia un lado la llanura segoviana...
...y hacia el otro Madrid, recortada por la silueta de la Cuerda Larga.
También se aprecia perfectamente el Puerto de Navacerrada y varios pueblos de la sierra, y es que no hemos encendido el frontal ni una vez. Con esta claridad ¡a ver quien duerme!
El vivac nos protege del viento, pero aún así pasamos algo de frío durante la noche. Lo que viene siendo una noche típica de montaña: ninguna postura buena, alguna tiritona, más tiempo despiertos que durmiendo, y levantarse con el saco empapado de rocío.
Amanece sobre Peñalara...
...y parece que es hora de levantarse.
El sol...
...y al otro lado la luna llena.
Recogemos rápido, instigados por el frío, y nos ponemos en marcha...
...mientras el sol se eleva sobre el horizonte.
Con la primera bajada entramos rápidamente en calor...
...y disfrutamos del cómodo descenso hasta Cotos...
...despidiéndonos de Peñalara.
¡Hasta la próxima!
Resumen de la ruta
Inicio y final: Puerto de Cotos (1830m)
Cumbres:
- Peñalara (2428m)
Distancia: 11km
Cumbres:
- Peñalara (2428m)
Distancia: 11km
Desnivel de subida: 600m
Desnivel de bajada: 600m
Tiempos:
1h30 (subida)
1h05 (bajada)
Desnivel de bajada: 600m
Tiempos:
1h30 (subida)
1h05 (bajada)
A media tarde Iván y yo nos acercamos a los Bolos del Tranco, dos enormes bloques situados a escasos 10 minutos del aparcamiento de el Tranco (Manzanares el Real), para prácticar autorescates en caso de caída en una grieta. Utilizamos una de las vías equipadas para escalada artificial que tiene un pequeño desplome a unos cuatro o cinco metros del suelo para montar una cuerda fija por la que luego practicaremos el llamado sistema Texas. Consiste en un anillo sencillo de prusik atado con un mosquetón al arnés y un segundo nudo prusik con un par de extensiones a modo de estribos. El sistema es tan sencillo como ir alternando el peso de uno al otro prusik: subes el prusik de los estribos, te pones erguido sobre los estribos, subes el prusik del arnés, dejas caer tu peso sobre él, y repites la maniobra subiendo otra vez el prusik de los estribos.
En una hora y media desmontamos todo el chiringuito de cuerdas, cordinos y mosquetones, y nos volvemos al coche, mientras el sol se oculta tras las montañas...
...anocheciendo rápidamente.
Para cuando llegamos al Puerto de Cotos, ya es casi de noche, la luna brilla con fuerza en el cielo...
...y parece que tenemos compañía. Este pequeño zorro avanza lentamente hacia nosotros, supongo que oliendo la comida...
...pero no se atreve a acercarse a menos de unos cinco metros. Se me hace muy curioso verlo aquí, en el asfalto del aparcamiento, aunque quizás debiera ser al revés, ya que claramente somos nosotros los invasores.
Sin entretenernos mucho comenzamos la subida por la pista que sube a Dos Hermanas. En esta foto con una apertura de 30 segundos, parecería que eso que brilla es el sol...
...pero así es como lo vemos nosotros jeje.
A buen paso, en una hora alcanzamos la Hermana Menor, y en media hora más la cima de Peñalara. Aquí arriba corre un viento bastante incómodo, por lo que mi sesión de fotos será más bien corta. Hacia un lado la llanura segoviana...
...y hacia el otro Madrid, recortada por la silueta de la Cuerda Larga.
También se aprecia perfectamente el Puerto de Navacerrada y varios pueblos de la sierra, y es que no hemos encendido el frontal ni una vez. Con esta claridad ¡a ver quien duerme!
El vivac nos protege del viento, pero aún así pasamos algo de frío durante la noche. Lo que viene siendo una noche típica de montaña: ninguna postura buena, alguna tiritona, más tiempo despiertos que durmiendo, y levantarse con el saco empapado de rocío.
Amanece sobre Peñalara...
...y parece que es hora de levantarse.
El sol...
...y al otro lado la luna llena.
Recogemos rápido, instigados por el frío, y nos ponemos en marcha...
...mientras el sol se eleva sobre el horizonte.
Con la primera bajada entramos rápidamente en calor...
...y disfrutamos del cómodo descenso hasta Cotos...
...despidiéndonos de Peñalara.
¡Hasta la próxima!
Preciosas fotos nocturnas, ¡¡¡y un puntazo lo del zorro!!!.
ResponderEliminarQue casualidad, este fin de semana hemos hecho lo mismo nosotros en Penyagolosa, sólo que en lugar de subir de noche, subimos a media tarde (por la canal subir de noche como que no jeje) para vivaquear en la cima y ver amanecer el día siguiente.
Se os veía muy juntitos en los sacos, haría rasca, ¿no? jajaja.
Un saludo.
Hola Dani!
ResponderEliminarSiempre está bien lo de dormir en el monte, no te voy a decir todos los días, pero oye...una vez cada cierto tiempo sienta muy, pero que muy bien. :)
Pues la temperatura no era muy baja (unos 6 o 7 grados quizás), pero corría un vientecito de cuidado. La sensación era mucho menor.
Un abrazo!
Joooooder...enhorabuena por las fotos y por la pernoctación también. Que gozada, os lo montais bien.
ResponderEliminarCoincido con Dani con el tema del zorro. En la primera foto hubiese pensado que estaria enfermo o así de no ser por vuestro comentario.
Un abrazo
Hola Juanma! No tengo ni idea de si estaba enfermo o no, pero en mi opinión (totalmente inexperta), por su forma de moverse parecía estar bien jeje. Gracias pro tus palabras. Un abrazo!
ResponderEliminarmuy buenas fotos!
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