Esta ruta la realizamos durante el puente de los Santos, aunque estaba en nuestras cabezas desde mucho tiempo atrás. Me llama mucho la atención la vertiente sur de Gredos, agreste y desconocida, y todas las reseñas que había leído hablan maravillas del famoso Camino del Tío Domingo, que sube desde el pequeño pueblo de el Raso hasta la Portilla Bermeja, así que estaba claro que algún día nos iba a tocar acercarnos.
Esta entrada es más larga de lo habitual, por la duración de la actividad y la cantidad de fotos que hicimos, pero creo que el lugar lo merece.
Con un buen madrugón a nuestras espaldas, y el obligado viaje en coche desde Madrid, llegamos a el Raso sobre las 8 de la mañana del viernes. Para tomar la carretera-pista que nos lleva hasta el Puente el Pinillo seguimos las indicaciones hacia el castro celta. Lo dejamos atrás y continuamos hasta llegar al puente, donde aparcamos el coche (si no recuerdo mal hay espacio para unos 5-6 coches aunque en los márgenes caben otros tantos). La pista continúa ascendiendo tras una curva cerrada a la derecha, y hay un parking superior con el que te ahorras unos 350 metros de desnivel, pero hemos leído que ese tramo de pista esta en mal estado.
Nosotros optamos por salir desde el puente, y después de prepararnos ponemos rumbo hacia el Almanzor. Nos acordamos del año en Innsbruck, donde cada vez que salíamos a la montaña nos merendábamos muchas veces los 2000 metros de desnivel sin problemas, pero hoy será diferente.
Más allá del parking, tras un cartel informativo, se inicia el sendero que tenemos que tomar, en continuo ascenso desde el primer momento. Con él vamos dejando atras el valle rápidamente...
...con las mochilas llenas con todo lo necesario para pernoctar en la montaña.
A paso lento, sabiéndonos que el día será largo, avanzamos reservando fuerzas...
...por un sendero bien marcado...
...sopesando por donde bajar. Una de las opciones era completar una circular bajando por la Garganta de Tejea, la cual empieza, o termina según se mire, en el centro de la foto, entre los Castillejos (izquierda) y el Asperón (centro).
Siguiendo el sendero, que va salvando el desnivel por medio de zetas, llegamos en dos horas de caminar continuo a una planicie en lo alto de la Cuerda de la Perdiz, donde hacemos una pequeña parada de diez minutos. Ya se puede ver la Peña de Chilla (centro), que tendremos que rodear más adelante.
Continuamos, subiendo hasta la siguiente cuerda, y de repente aparece frente a nosotros el caudillo de Gredos. Las dos montañas que ascenderemos. El Almanzor y el Sagrao, y que lejos están...
...pero de momento vamos llenos de ánimo. Otra media hora más y alcanzamos el Collado de Hinojoso...
...observando lo que tenemos por delante...
...panorama espectacular...
...pero no toca parar.
Con fuerzas renovadas (como para no, con estas vistas), retomamos el sendero, esta vez en dirección a la Peña de Chilla, pero con la mirada puesta más lejos...
...equilibrios improbables...
...nos vamos acercando a la Peña de Chilla...
...rodeados de piornos...
...pero Iván se va quejando de su tobillo, que aún dos meses después se resiente de aquella torcedura en las Torres de la Pedriza. Poco a poco rodeamos la peña y en otra hora más desde el Collado de Hinojoso...
...alcanzamos el Sillao de la Peña de Chilla, collado que separa a ésta del Risco Redondo.
Aquí paramos a descansar y a decidir nuestros movimientos. El tobillo de Iván no está en las mejores condiciones, pero él asegura que puede continuar. En cambio, rechazamos la idea de la circular. Tendremos que ver la Garganta de Tejea en otra ocasión.
Aprovecho para sacar alguna foto a este panorama. El Embalse de Rosarito y la Sierra de Guadalupe al fondo de la llanura toledana y extremeña.
Después de picar algo nos cargamos de nuevo las mochilas a los hombros, y continuamos el ascenso...
...por un sendero que se va poniendo cada vez más interesante y más atractivo.
Rodeamos un par de riscos...
...dejando atrás el Sillao y la Peña de Chilla...
...cada vez más encajonados...
...bajo enormes paredes...
...y entramos en una especie de canal...
...por la que el sendero asciende de forma caótica pero marcada...
...inmersos en este bello paisaje...
...y sin pizca de cansancio en el cuerpo.
Curiosos riscos...
Avanzar por este tramo es una auténtica delicia, pero como todo lo bueno, al final se acaba. Salimos a la vertiente izquierda de la canal...
...y remontamos una pequeña loma para volver a la cuerda.
Suponiendo que la Portilla Bermeja debe de andar cerca, nos llevamos una desilusión al encontrarnos con este tramo plagado de piornos...
...que tendremos que superar con no pocas incomodidades. Unos quince minutos después de bracear contra la vegetación alcanzamos una pequeña explanada, con la Portilla Bermeja ya a la vista...
...y tras otro breve descanso nos metemos en faena, que ya queda poco.
Primero entre bloques y luego por terreno descompuesto...
...imaginando como estará esto en invierno...
...llegamos a la Portilla. Aquí dormiremos (unas cuantas horas más tarde).
Nos asomamos a la vertiente norte, donde destaca la Laguna Grande...
...Ameal de Pablo y Risco Moreno...
...y lo que nos queda para arriba.
Escondemos el grueso de nuestras mochilas tras unas piedras y tiramos para arriba, en dirección al Almanzor. Detrás dejamos el Sagrao y el Cuchillar de las Navajas.
El siguiente paso será rodear el Risco de la Portilla del Crampón, por su vertiente sur...
...con alguna trepada no apta para cardiacos.
Con cuidado, el camino es fácil de seguir, marcado con los hitos suficientes para hacerlo, pero la destrepada a los pies del Almanzor se hace delicada...aunque también puede ser que nos metieramos por donde no es.
El impresionante Cuerno del Almanzor...
...en el que haremos una parada antes de seguir. Nos acercamos a su base...
...e intentando buscar la vía fácil superamos un par de trepadas y una pequeña chimenea, pero la cosa se pone seria tras un giro a la derecha e Iván no lo ve claro. Yo que ya he pasado esa zona (quizás de grado III/III-) aprovecho para acercarme a la cima, desde donde tengo vistas privilegiadas sobre el Risco de la Portilla del Crampón...
...sobre la Garganta de Tejea...
...y sobre el Almanzor. Cuerno del Almanzor (1538m).
Después de las fotos bajo con cuidado y me reuno de nuevo con Iván. Es hora de ir a por el grande. Remontamos los últimos metros hasta la chimenea sur, donde un guía ayuda a subir a sus dos clientes encordadas. Esperamos nuestro turno y lo superamos sin problemas, ya por tercera vez (1ª - 2ª).
Volvemos a pillar al grupo cuando están subiendo la última placa, que nos deja en la cima una vez que ellos han bajado. Almanzor (2591m).
El viento aquí arriba es bastante molesto, así que no nos entretenemos mucho. La Antecima y la Galana al fondo...
El Sagrao hacia el otro lado...
...la Garganta de Tejea, la Peña de Chilla, y el coche de Iván por ahí abajo, unos 1900 metros más abajo y unos 15 kilómetros más allá.
Bajamos por el mismo camino...
...nos despedimos del Cuerno...
...y nos dirigimos de nuevo hacia el Risco de la Portilla...
...que tendremos que rodear de nuevo...
...mientras el sol va bajando lentamente...
...en dirección a la Portilla Bermeja...
...juegos de luces y sombras...
...en panorámica...
...acompañando a las últimas luces del día...
...hasta nuestro hotel cinco estrellas.
Mientras organizamos todo, el sol se va poniendo...
...dejando estampas como esta.
Como hoy estamos señoritos, nos cenamos un buen tupper de macarrones, con un trozo de queso y salchichón a modo de acompañamiento, y a las 8-9 de la tarde, ya completamente de noche y sin nada que hacer, nos metemos a los sacos. Corre un poco de viento pero hemos traido la capa exterior de la tienda, así que la colocamos sobre nosotros a modo de funda.
Tenemos unas 11 horas por delante para dar vueltas dentro del saco, pensar, pasar frio y si eso, intentar dormir un poco.
El caso es que al final la noche no fue tan mala, y a las 7 suena el despertador. Desayunamos, nos vestimos (o en mi caso no, ya que me metí al saco con todo puesto) y tiramos para arriba, esta vez en dirección opuesta, pues aún nos queda algo pendiente antes de volver a casa.
Dejamos atrás la Portilla, el Almanzor y la Galana...
...medio despiertos, medio dormidos...
...curiosas formaciones...
...en panorámica, todo un espectáculo.
...y llegamos a la cima del Sagrao, a tiempo para ver los últimos momentos del amanecer.
Imponente Almanzor...
...el que escribe...
...un lugar y un momento para no olvidar (pinchar para ampliar)...
...y un figurante de lujo.
El Sagrao (2508m), inmejorable forma de empezar el día. Y cómo viene siendo costumbre, vestidos de gemelos jajaja.
El Almanzor y toda la cuerda que hemos subido, y que tocará bajar.
Bajamos de nuevo hasta la Portilla, donde recogemos todo y, sobre las 9 de la mañana, emprendemos la vuelta...
...de camino a casa...
Nos vamos con muy buenas sensaciones, habiendo conocido esta otra cara de la montaña, mucho más agreste y menos domesticada...
...mucho más interesante.
Hasta la próxima.
Esta entrada es más larga de lo habitual, por la duración de la actividad y la cantidad de fotos que hicimos, pero creo que el lugar lo merece.
Resumen de la ruta
Inicio y final: Puente el Pinillo (780m)
Cumbres:
- Pico Plaza del Moro Almanzor (2591m)
- Cuerno del Almanzor (2538m)
- El Sagrao (2508m)
Distancia: 30-32km
Cumbres:
- Pico Plaza del Moro Almanzor (2591m)
- Cuerno del Almanzor (2538m)
- El Sagrao (2508m)
Distancia: 30-32km
Desnivel de subida: 2000m
Desnivel de bajada: 2000m
Tiempos: (paradas incluidas)
Viernes: 9h
Sábado: 6h
Desnivel de bajada: 2000m
Tiempos: (paradas incluidas)
Viernes: 9h
Sábado: 6h
Con un buen madrugón a nuestras espaldas, y el obligado viaje en coche desde Madrid, llegamos a el Raso sobre las 8 de la mañana del viernes. Para tomar la carretera-pista que nos lleva hasta el Puente el Pinillo seguimos las indicaciones hacia el castro celta. Lo dejamos atrás y continuamos hasta llegar al puente, donde aparcamos el coche (si no recuerdo mal hay espacio para unos 5-6 coches aunque en los márgenes caben otros tantos). La pista continúa ascendiendo tras una curva cerrada a la derecha, y hay un parking superior con el que te ahorras unos 350 metros de desnivel, pero hemos leído que ese tramo de pista esta en mal estado.
Nosotros optamos por salir desde el puente, y después de prepararnos ponemos rumbo hacia el Almanzor. Nos acordamos del año en Innsbruck, donde cada vez que salíamos a la montaña nos merendábamos muchas veces los 2000 metros de desnivel sin problemas, pero hoy será diferente.
Más allá del parking, tras un cartel informativo, se inicia el sendero que tenemos que tomar, en continuo ascenso desde el primer momento. Con él vamos dejando atras el valle rápidamente...
...con las mochilas llenas con todo lo necesario para pernoctar en la montaña.
A paso lento, sabiéndonos que el día será largo, avanzamos reservando fuerzas...
...por un sendero bien marcado...
...sopesando por donde bajar. Una de las opciones era completar una circular bajando por la Garganta de Tejea, la cual empieza, o termina según se mire, en el centro de la foto, entre los Castillejos (izquierda) y el Asperón (centro).
Siguiendo el sendero, que va salvando el desnivel por medio de zetas, llegamos en dos horas de caminar continuo a una planicie en lo alto de la Cuerda de la Perdiz, donde hacemos una pequeña parada de diez minutos. Ya se puede ver la Peña de Chilla (centro), que tendremos que rodear más adelante.
Continuamos, subiendo hasta la siguiente cuerda, y de repente aparece frente a nosotros el caudillo de Gredos. Las dos montañas que ascenderemos. El Almanzor y el Sagrao, y que lejos están...
...pero de momento vamos llenos de ánimo. Otra media hora más y alcanzamos el Collado de Hinojoso...
...observando lo que tenemos por delante...
...panorama espectacular...
...pero no toca parar.
Con fuerzas renovadas (como para no, con estas vistas), retomamos el sendero, esta vez en dirección a la Peña de Chilla, pero con la mirada puesta más lejos...
...equilibrios improbables...
...nos vamos acercando a la Peña de Chilla...
...rodeados de piornos...
...pero Iván se va quejando de su tobillo, que aún dos meses después se resiente de aquella torcedura en las Torres de la Pedriza. Poco a poco rodeamos la peña y en otra hora más desde el Collado de Hinojoso...
...alcanzamos el Sillao de la Peña de Chilla, collado que separa a ésta del Risco Redondo.
Aquí paramos a descansar y a decidir nuestros movimientos. El tobillo de Iván no está en las mejores condiciones, pero él asegura que puede continuar. En cambio, rechazamos la idea de la circular. Tendremos que ver la Garganta de Tejea en otra ocasión.
Aprovecho para sacar alguna foto a este panorama. El Embalse de Rosarito y la Sierra de Guadalupe al fondo de la llanura toledana y extremeña.
Después de picar algo nos cargamos de nuevo las mochilas a los hombros, y continuamos el ascenso...
...por un sendero que se va poniendo cada vez más interesante y más atractivo.
Rodeamos un par de riscos...
...dejando atrás el Sillao y la Peña de Chilla...
...cada vez más encajonados...
...bajo enormes paredes...
...y entramos en una especie de canal...
...por la que el sendero asciende de forma caótica pero marcada...
...inmersos en este bello paisaje...
...y sin pizca de cansancio en el cuerpo.
Curiosos riscos...
Avanzar por este tramo es una auténtica delicia, pero como todo lo bueno, al final se acaba. Salimos a la vertiente izquierda de la canal...
...y remontamos una pequeña loma para volver a la cuerda.
Suponiendo que la Portilla Bermeja debe de andar cerca, nos llevamos una desilusión al encontrarnos con este tramo plagado de piornos...
...que tendremos que superar con no pocas incomodidades. Unos quince minutos después de bracear contra la vegetación alcanzamos una pequeña explanada, con la Portilla Bermeja ya a la vista...
...y tras otro breve descanso nos metemos en faena, que ya queda poco.
Primero entre bloques y luego por terreno descompuesto...
...imaginando como estará esto en invierno...
...llegamos a la Portilla. Aquí dormiremos (unas cuantas horas más tarde).
Nos asomamos a la vertiente norte, donde destaca la Laguna Grande...
...Ameal de Pablo y Risco Moreno...
...y lo que nos queda para arriba.
Escondemos el grueso de nuestras mochilas tras unas piedras y tiramos para arriba, en dirección al Almanzor. Detrás dejamos el Sagrao y el Cuchillar de las Navajas.
El siguiente paso será rodear el Risco de la Portilla del Crampón, por su vertiente sur...
...con alguna trepada no apta para cardiacos.
Con cuidado, el camino es fácil de seguir, marcado con los hitos suficientes para hacerlo, pero la destrepada a los pies del Almanzor se hace delicada...aunque también puede ser que nos metieramos por donde no es.
El impresionante Cuerno del Almanzor...
...en el que haremos una parada antes de seguir. Nos acercamos a su base...
...e intentando buscar la vía fácil superamos un par de trepadas y una pequeña chimenea, pero la cosa se pone seria tras un giro a la derecha e Iván no lo ve claro. Yo que ya he pasado esa zona (quizás de grado III/III-) aprovecho para acercarme a la cima, desde donde tengo vistas privilegiadas sobre el Risco de la Portilla del Crampón...
...sobre la Garganta de Tejea...
...y sobre el Almanzor. Cuerno del Almanzor (1538m).
Después de las fotos bajo con cuidado y me reuno de nuevo con Iván. Es hora de ir a por el grande. Remontamos los últimos metros hasta la chimenea sur, donde un guía ayuda a subir a sus dos clientes encordadas. Esperamos nuestro turno y lo superamos sin problemas, ya por tercera vez (1ª - 2ª).
Volvemos a pillar al grupo cuando están subiendo la última placa, que nos deja en la cima una vez que ellos han bajado. Almanzor (2591m).
El viento aquí arriba es bastante molesto, así que no nos entretenemos mucho. La Antecima y la Galana al fondo...
El Sagrao hacia el otro lado...
...la Garganta de Tejea, la Peña de Chilla, y el coche de Iván por ahí abajo, unos 1900 metros más abajo y unos 15 kilómetros más allá.
Bajamos por el mismo camino...
...nos despedimos del Cuerno...
...y nos dirigimos de nuevo hacia el Risco de la Portilla...
...que tendremos que rodear de nuevo...
...mientras el sol va bajando lentamente...
...en dirección a la Portilla Bermeja...
...juegos de luces y sombras...
...en panorámica...
...acompañando a las últimas luces del día...
...hasta nuestro hotel cinco estrellas.
Mientras organizamos todo, el sol se va poniendo...
...dejando estampas como esta.
Como hoy estamos señoritos, nos cenamos un buen tupper de macarrones, con un trozo de queso y salchichón a modo de acompañamiento, y a las 8-9 de la tarde, ya completamente de noche y sin nada que hacer, nos metemos a los sacos. Corre un poco de viento pero hemos traido la capa exterior de la tienda, así que la colocamos sobre nosotros a modo de funda.
Tenemos unas 11 horas por delante para dar vueltas dentro del saco, pensar, pasar frio y si eso, intentar dormir un poco.
El caso es que al final la noche no fue tan mala, y a las 7 suena el despertador. Desayunamos, nos vestimos (o en mi caso no, ya que me metí al saco con todo puesto) y tiramos para arriba, esta vez en dirección opuesta, pues aún nos queda algo pendiente antes de volver a casa.
Dejamos atrás la Portilla, el Almanzor y la Galana...
...medio despiertos, medio dormidos...
...curiosas formaciones...
...en panorámica, todo un espectáculo.
...y llegamos a la cima del Sagrao, a tiempo para ver los últimos momentos del amanecer.
Imponente Almanzor...
...el que escribe...
...un lugar y un momento para no olvidar (pinchar para ampliar)...
...y un figurante de lujo.
El Sagrao (2508m), inmejorable forma de empezar el día. Y cómo viene siendo costumbre, vestidos de gemelos jajaja.
El Almanzor y toda la cuerda que hemos subido, y que tocará bajar.
Bajamos de nuevo hasta la Portilla, donde recogemos todo y, sobre las 9 de la mañana, emprendemos la vuelta...
...de camino a casa...
Nos vamos con muy buenas sensaciones, habiendo conocido esta otra cara de la montaña, mucho más agreste y menos domesticada...
...mucho más interesante.
Hasta la próxima.
Espectacular reportaje chicos, por si no fuera suficiente premio estar en esta magnífica sierra, el amanecer que visteis desde el Sagrao no tiene precio.
ResponderEliminarGredos es mi debilidad, y mi cuenta pendiente también, espero ir pronto, viendo reportajes como este las ganas me pueden más y más.
Un abrazo y a seguir así.
Hola Dani. Para cuando vengas avisa! De guías no te vamos a servir porque tampoco la conocemos mucho, pero seguro que se puede apañar una buena ruta jajajaja. Un abrazo!
Eliminar