jueves, 29 de septiembre de 2011

Neue Magdeburger Hütte (1637m). 25/09/11

A la espera de tener un día íntegro para dedicarle a la montaña, seguimos con otra "no tan pequeña" escapada, en esta ocasión hacia otra dirección. Sea como sea, hagamos lo que hagamos, al final los ojos se nos acaban yendo al mismo sitio. Y es que no se qué tendran sus paredes para cautivar de tal forma nuestra mirada...


Y ya que de momento creemos que escapan de lejos a nuestras posibilidades de escalarlas, pues tendremos que probar a subirlas por otro sitio, quizás por el collado de detrás...


Y en efecto, en el plano aparece un sendero que se dirige hacia allí, hacia un tal Neue Magdeburger Hütte, que a primera vista parece ser un refugio. A ver si llegamos hasta él...

Resumen de la ruta
Inicio y final: Innsbruck (580m)
Cumbres: Ninguna
Distancia: ***
Desnivel de subida: 1100m
Desnivel de bajada: 1100m
Tiempo: 5h30 (paradas incluidas)

***. Al superar tanto desnivel en tan poco "espacio", el camino hace miles de zetas, por lo que es imposible dar una distancia aproximada de la ruta sin la ayuda de un GPS.

A un kilómetro escaso de Innsbruck, salimos del bosque y aparecemos de repente en este idílico lugar, sin ninguna referencia que nos hiciera pensar que a nuestras espaldas tenemos una ciudad de 150.000 habitantes...


El camino rodea un par de praderas al más puro estilo Heidi (pronúnciese "jaidi"), rodea una granja y llega a una carretera, en la que nos encontramos con esta pequeña ermita...


Bajando por la carretera, que se dirige a Kranebitten (un pueblo de las afueras de Innsbruck), con estas impresionantes vistas...


...esperamos hasta la segunda curva a la izquierda para tomar el llamado Schleifwandsteig (hace referencia a algo parecido a "sendero tallado en la pared"), que comienza cruzando el arroyo de Sulzenbach (bach=arroyo). La subida se realiza por el Kranebitter Klamm (Garganta de Kranebitten), entre el macizo de Hechenberg y las paredes de la Nordkette...


El sendero comienza su ascenso bajo los árboles, que nacen de un terreno irrealmente inclinado, con un incesante zig-zag...


...con la anchura única y necesaria para que quepa un pie. Pequeños retales de la ciudad se dejan ver entre las ramas...


...a la espera de algún claro que nos la muestra en toda su amplitud.



Tras una media hora de subida, el sendero empieza a hacer honor a su nombre...


...con unas caídas de cientos de metros. La sensación de patio es bastante grande durante varios kilómetros...


...pero en ningún momento llega a convertirse en sensación de peligro, ya que el sendero es cómodo y si te caes, ¡pues te agarras a un árbol y listo! jajaja.


De vez en cuando percibimos un silbido que se acerca y se aleja...se trata de estos aviones sin motor, que por lo visto se llevan mucho por aquí. A todas horas se pueden ver dos o tres dando vueltas por el valle del río Inn (por cierto, y aunque no venga a cuento, Innsbruck significa "puente sobre el Inn").


Continuamos, y ya se aprecia como con la altura, cada vez hay menos árboles. Por aquí tenemos que tener especial cuidado pues la zona es muy caprichosa, no por ser difícil sino porque vas fascinado con las paredes que tienes enfrente y a veces descuidas tus pasos...y aquí un traspiés puede tener un mal final. A la derecha el Hohe Warte (2597m) y a la izquierda el Kleiner Solstein (2637m).


De repente, salimos a una pared con una cadena de unos 25 metros. No es necesario pues el paso no tiene nada, pero se agradece la confianza que da ir agarrado...


...y después de él, volvemos a internarnos en el bosque. El sendero no parece tener fin...


...pero con estas estampas tampoco podemos quejarnos.


En casi todo momento pisamos en blando, tierra humeda, hojas caidas...


...pero en cierto momento salimos a la roca, para cruzar el curso del arroyo Sulzenbach, que a esta altura no lleva agua. Pero por lo que parece en cierto momento ha arrastrado ese tronco colosal...


El camino cruza el arroyo y vuelve a ascender, perdiéndose y encontrándose entre los árboles hasta alcanzar la zona llana próxima al collado. Y así volvemos a andar por verdes praderas...


...como si de un sueño se tratara...


...hasta alcanzar el Neue Magdeburger Hütte...


...que resulta ser un refugio de lo más completito, con bar, restaurante...y bastante gente. Al parecer, a éste también se puede acceder en coche desde el otro lado.


No hace falta ni pensarlo, nos miramos...y casi al unísono: ¿una cerveza no? jajaja.


Brindamos..."¡Prost!" como se dice por aquí...


...y casi dan ganas de gritar. ¡Estamos en los Alpes! "Joer, de Canto Cochino a los Alpes, aún no me lo creo..."



Una hora nos separa del pico más cercano, pero no nos la queremos jugar...


...y lo que hemos subido en cuatro horas, lo bajamos en una y media, pues a las 7:30 ya es noche cerrada, y no nos conocemos la zona.


"A la siguiente quiero pisar cumbre"...veremos que pasa...y por ahora, os dejamos unas cuantas fotos de Innsbruck.








Hasta la próxima...y ¡un saludo!

lunes, 26 de septiembre de 2011

Leben in den Alpen. Un reconocimiento de una pequeña zona. 23/09/11

¿Qué voy a decir de los Alpes que no se haya dicho ya? Cuna de la disciplina alpinística y tierra soñada por cualquier montañero. Pensar en montaña es pensar en los Alpes...


Tras unos días en Innsbruck (yo uno y medio e Iván alguno más) resolviendo papeleo variado, entre otros motivos para poder vivir aquí, nos ponemos las botas y nos lanzamos de cabeza a esta aventura que durará algo menos de un año. Con tan solo un plano, una ligera idea de la zona y la cabeza llena de ilusiones (aunque es un decir, pues dudo que sea la cabeza la que nos impulsa a volver a la montaña), nos embarcamos en lo que planeamos como un reconocimiento inicial de una pequeña zona.

Se trata de encontrar el acceso más cercano al macizo de Karwendel, situado al norte de Innsbruck y perteneciente a los Nördliche Kalkalpen (Alpes Calizos del Norte). Éste macizo consta de cuatro cadenas montañosas, siendo la colindante con Innsbruck la más meridional de todas. Por su ubicación respecto a la ciudad, recibe el nombre de Inntalkette (algo así como Cadena (se sobreentiende que montañosa) del Valle del Inn) o simplemente Nordkette (Cadena del Norte), y alcanza su mayor altura en el Kleiner Solstein (2637m), el cual es paradójicamente mayor que su hermano el Großer Solstein (klein=pequeño, groß=grande). Aunque tampoco parece una altura digna de mención, pues de hecho cerca de Innsbruck ningún pico supera los tresmil metros, ascender a cualquiera de ellos supone entorno a los dosmil metros de desnivel (que se dice pronto...) ya que la ciudad se encuentra a escasos 580 metros sobre el nivel del mar.


Empezamos a andar bastante tarde, pues teníamos que entregar unos papeles esa mañana, y ya que sabíamos que no nos iba a dar tiempo a subir a ningún pico (ahora mismo creo que ni saliendo de noche jeje), fuimos tranquilos, en dirección a un pequeño barrio de la periferia, buscando objetivos perdidos entre las nubes, como el Brandjochspitze (2599m), el Hohe Warte (2597m)...


...muchos de ellos impronunciables, como el Kirchbergköpfl (1943m)...


...o el Marchreisenspitze (1620m), el Ampferstein (2556m) y el Malgrubenspitze (2571m), en los Alpes de Stubai, al sur...


Aunque en el plano todo viene muy claro, a la hora de buscar una salida, todas las calles terminan en un aparcamiento o en un chalecito, así que estuvimos casi una hora dando vueltas, cruzando las vías del tren...


...por cierto, menudas casas que gastan por aquí jeje...


...hasta que encontramos una pista por la que empezar a caminar...


...de cara a las imponentes paredes de Hechenberg, una agrupación de picos entre las que se encuentra el que mencioné antes: Kirchbergköpfl (1943m), Nebelköpf (1808m), Hütteneggele (1774m), y alguno más.


A los diez minutos de andar por dicha pista llegamos a una especie de cantera abandonada, y no hay salida visible, asi que media vuelta.


Finalmente encontramos un camino que se dirigía hacia arriba...


...en todo momento metidos entre estos árboles inmensos.



Encontramos un refugio cerrado...



...y continuamos nuestro camino, que no sabíamos cual era, pues no teníamos destino fijado.


Pero viendo que la pista ascendía muy lentamente, buscamos alguna forma más rápida, como por ejemplo, ese canchal que vemos a lo lejos, por el cual se intuye una huella...


Por ahí conseguimos enlazar con otro caminito superior, donde encontramos ésta señal. ¡Es hora de escoger un destino! jeje.


Decidimos subir hasta el refugio Rauschbrunnen, a través de un tal Serpentine Weg (weg=camino, serpentine os lo imaginaréis jeje). Las vistas son impresionantes (pinchar para ampliar)...


...y el refugio resulta ser una especie de bar/restaurante al que se puede subir en coche por algún otro sitio que desconocemos jeje.


Innsbruck abajo...


...con los Alpes de Stubai de fondo.


Ya que estamos, nos tomamos una Coca Cola y preguntamos a la camarera como seguir subiendo hacia el refugio Aspachhütte, que se encuentra a mitad de camino hacia algunos picos. Según el plano estamos a 1088m, por lo que apenas hemos subido 500m, y para alcanzar cualquiera de las cumbres cercanas nos quedan otros 1500m, es decir, una barbaridad jajaja.


Así que de momento nos conformamos con este estupendo ambiente...



...y decidimos bajar, teniendo ya clara la primera parte del camino hacía nuestra primera cumbre de los Alpes. Nos internamos de nuevo en el bosque...


...y en sólo media hora estamos abajo, llegando a nuestra residencia por un camino mucho más directo que el de la subida.


Nos damos cuenta que con un sencillo paseo como éste, ya merece la pena haber venido hasta aquí. Seguiremos informando...

Un saludo compañeros.