jueves, 9 de febrero de 2012

Schrankogel (3497m). Crónica de un fracaso anunciado. Parte 1: Amberger Hütte. 03/02/12

Una ola de frío siberiano, quizás más conocida como "el invierno de toda la vida", azota toda Europa, y Austria no se iba a quedar atrás. Con unas previsiones de -22ºC de máxima y -31ºC de mínima a los 3000 metros de altura, unidas a un fuerte viento, teníamos claro que se nos había ido un poco la cabeza. Pero como dijo Jesús Calleja cierto día, es lo que hay, no vamos como nos gustaría ir, nadie apuesta por nosotros, pero nosotros...¡vamos a intentarlo!


El Schrankogel, con sus 3497 metros, es la segunda montaña más alta de los Alpes de Stubai, después del Zuckerhütl (3505m). Este pico piramidal se eleva por encima de los Alpes de Stubai del Norte, separado de la cadena principal, e independiente de las montañas que lo rodean.

Resumen de la ruta
Inicio: Gries im Sulztal (1569m)
Final: Amberger Hütte (2136m)
Distancia: 11km
Desnivel de subida: 900m
Desnivel de bajada: 300m
Tiempo: 5h30 (paradas incluidas)


Pues bien, con unas temperaturas de escándalo, Alejandro, Iván y yo cogemos un tren hasta Ötz (Ötztal Bahnhof), y de ahí un autobús hasta Längenfeld donde, cómo no, nos encontramos nieve en cualquier rincón que veamos.


En la misma parada en la que nos hemos bajado encontramos un pequeño letrero: "Gries Taxibus". Parece que es posible salvar de forma fácil los quinientos metros de desnivel que nos separan de Gries im Sulztal, el pueblo desde el que comenzaremos a caminar. Nos sorprendemos ante las perfectas formas de los mini-copos de nieve que caen sobre nosotros (en la foto apenas se aprecia). Parece que el símbolo de "nieve" en las previsiones meteorológicas va que ni pintado...


Tras un cuarto de hora esperando al "taxibus" que no llega, tiritando y muertos de frío (-14ºC a tan solo 1000 metros de altura), nos quedamos pasmados cuando aparece ante nosotros una furgoneta con el mismo logo que en el cartelito. Ocho personas somos las que lo estamos esperando, y ocho plazas son las que la furgoneta tiene para ofrecernos. Al parecer el negocio del transporte entre Längenfeld y Gries recae sobre una sola persona (y su furgoneta). ¡Y que persona! Uno de los hombres más grande que haya visto jamás sale del asiento del conductor, saludando amablemente envuelto en su abrigo de plumas. Con un gorro de orejeras casi tan grande como él mismo, se ofrece a cargar las mochilas en el maletero, mientras nos dice que la ida y la vuelta son tres euros.

Una vez dentro de la furgoneta, con tono amigable, va preguntando uno a uno sus planes en la montaña, pues supongo que la mayoría de la gente que suba hasta Gries será para ir a la montaña. Después del otro grupo, nos toca a nosotros: "Vamos a intentar el Schrankogel" en alemán, claro. Y él casi pega un salto y nos pregunta que si vamos a subir con raquetas (las había visto atadas a nuestras mochilas). Le aclaramos que también llevamos crampones y se queda un poco más tranquilo, aunque posteriormente hablando con un hombre del otro grupo, sospecho que comentaría algo así como "estos tios están más locos que las cabras". Esto de no saber bien alemán es lo que tiene, que igual se están riendo de tí...y tú tan feliz jajaja.


Al llegar al pueblo, nos despedimos de él, cogemos las mochilas y nos ponemos a caminar. Hay que entrar en calor rápido, pues como nos quedemos parados, igual nos sacan de allí con pala...


Aunque el viaje se ha alargado más de lo previsto (atrasos, pérdida de bus...), empezamos el día poco después del amanecer, siguiendo la pista que sale de Gries hacia el este, medio cegados por el Sol...


...y rodeados de grandes montañas.


Pronto, después de un par de curvas, perdemos de vista el pueblo, y ya creemos estar perdidos en algún lugar remoto de los Alpes...


La pista nos hace cruzar el arroyo que baja de las montañas por el valle de Sulz (Sulztal)...


...y en poco tiempo nos obsequía con las primeras imágenes del Schrankogel.


Verdaderamente imponente, este pico nos vigilará durante el resto del día, decidiendo firmemente que mañana no nos dejará hollar su cumbre...


...aunque claro, eso nosotros aún no lo sabemos. Después de algo más de una hora caminando, el valle gira hacia el sur, y desaparecen todos los árboles.


Una vista atrás...


Alejandro y yo, en la pista pisada y aplanada...


Contrastes entre la roca y la nieve...


Picos que asoman por las alturas...


...y un valle de una amplitud considerable.


Siempre a los pies del Schrankogel, avanzamos sin pérdida hacia el sur...


...hasta llegar al refugio Amberger Hütte. Parece que está abierto, así que toda la comida que traemos, el hornillo y las cacerolas han sido paseados en vano...


Detrás del refugio se encuentra el Sulzkogel (2796m)...


...y enfrente la bestia.


Entramos al refugio a registrarnos, y cual es nuestra sorpresa, las dos chicas que lo llevan hablan español. Parece que este fin de semana tampoco practicaremos alemán jejeje. Se trata de un refugio amplio, limpio y muy cuidado. Con una sala común que hace las veces de restaurante, una sala para dejar el material y las botas, servicios, duchas (previo pago), ocho o nueve habitaciones con 16 literas corridas y otras cuantas habitaciones con tres o cuatro camas cada una. En total tres plantas, un auténtico hotel. El precio por noche es de 8,50 euros para federados (nosotros lo somos en el Alpenverein Innsbruck, dentro del OEAV, la Asociación Alpina de Austria) y de 17 euros para no federados. Ofrecen una media pensión aparte de la pernocta por 29 euros (con desayuno buffet, cena completa, paquete de almuerzo para el día siguiente, un litro de te caliente y alguna otra cosa más), aunque nosotros no la pagamos porque también sirven de carta y los precios son bastante asequibles, y tendremos que dar salida a la comida que trajimos con nosotros.

Debido a las fechas y a la ola de frío, el refugio está casi vacio, y de hecho tenemos una habitacion de literas para nosotros solos. Después de picar algo y dejar en la habitacion la mayor parte de la mochila, salimos al exterior, porque tenemos aún unas cuantas horas de luz por delante. Intentaremos subir al Sulzkogel, seiscientos metros por encima del refugio a modo de preparación para el día siguiente...


Siguiendo las señales de la puerta del refugio, a los diez metros descubrimos que pese a ser un pico "fácil", no hay huella. Nadie lo ha subido aún desde las grandes nevadas. Avanzamos unos quinientos metros con raquetas y después creemos conveniente ponernos los crampones...


Como no hay camino, pues subiremos todo recto.


A nuestros pies, el inmenso valle se extiende hacia el sur, rodeado de picos de más de tresmil metros...


...y presidido por el Schrankogel. Las esperanzas que albergo de hollar su cima no son muchas, y menos viendo esta cara que nos muestra...


Al fondo, el Bockkogel y el Nördlicher Daunkogel no se quedan atrás...


Ascendemos rápidamente por palas de unos 45-50º de nieve blanda...


...dejando cada vez más lejos el refugio. Alejandro parece que disfruta estrenando sus crampones nuevos jejeje.


La pendiente va aumentando y se hace más fácil avanzar hincando los puños de los bastones. Quizás un par de piolets hubieran venido bien, pero en casa se quedaron...


Al rato llegamos a una zona en la que la capa de nieve no era mucha, y se quebraba con facilidad sobre las rocas inferiores. Sumado ésto a la pendiente, no vimos muy seguro avanzar por ahí, porque en cualquier momento nos podíamos meter hasta el fondo entre las rocas. Sin pensarlo mucho, damos media vuelta...


...hacia el calor del refugio.


Pero aún queda luz, y como desde lejos tampoco se ve huella para subir al Schrankogel, decidimos acercarnos para explorar la ruta de mañana.


La ruta normal asciende a media ladera desde el refugio (por la izquierda, en la foto anterior), bordeando la inmensa mole y adentrándose en el valle que separa el Schrankogel del macizo situado inmediatamente al sur de éste. A partir de ahí, avanza por lo alto de la morrena del glaciar hasta llegar al Schwarzenbergferner (ferner=glaciar), donde comienza la cresta este del Schrankogel, unos trescientos metros de desnivel de mixto de roca y nieve. Pero como no hay huella (ni parece sensato hacerla), nosotros tendremos que bordearlo aún más, dirigiéndonos hasta la desembocadura misma del valle. Por ahí subiremos...


Al fondo, el Westliche Schwarzenbergspitze (3364m) se antoja inexpugnable, temible...y atractivo...


...y al sur, el valle en el que nos encontramos ahora se adentra en el Sulztalferner, un gran glaciar rodeado de enormes montañas.


Pero una vez hecho el reconocimiento de la zona, damos por acabada la jornada y nos dirigimos de vuelta al refugio.


La verdad es que después del buen tiempo que ha hecho hoy, las esperanzas de subir al pico aumentan considerablemente...


Mientras en el valle comienza a anochecer, nos metemos en el refugio...


...no son ni las cinco, y tenemos toda la tarde por delante. Una sopa caliente, una cerveza....otra cerveza...en fin. Revisando el plano y distraidos con algunas revistas que tienen en el refugio se nos pasa la tarde. Hablamos con una de las chicas del refugio, y nos comenta que ayer mismo alguien subió con esquís al Schrankogel, pero que la última parte hay que hacerla con crampones. Que raro, y no vimos sus huellas...

Finalmente, a las diez de la noche nos retiramos a dormir a nuestra habitación particular, digna de un buen hotel...


...que mañana será otro día.

Excepto en la sala común, en el refugio no hay ningún tipo de calefacción, y marcando el termómetro de fuera los -17ºC, podéis imaginar el frío que hacia fuera del saco. Uffff....

Continuará (aquí)...


7 comentarios:

  1. Bueno, bueno, bueno...
    jejeje, ya tenía yo ganas de pasarme por aquí. Habrá que esperar a la segunda entrada... ¡¡para ver fotos más chulas!! porque el final ya nos lo sabemos. Si es que cómo te gusta destriparnos las películas, Josemi!!! jajajaja
    Un abrazo.

    PD: Aunque esté un poco ido de todos estos temas, no os olvido, que conste :-)

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  2. Me imagino que no os importaría mucho no hacer la cima, porque ciertamente estaba complicado, pero disfrutar de esos valles con esa nevada llena las aspiraciones de cualquiera.

    A ver que tal va la segunda parte.

    Un saludo.
    Fernan.

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  3. A ver, a ver esa segunda parte, para los que no nos sabemos el final de la historia.
    Un saludo.

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  4. Pedazo crónica Josemi!!!
    A riesgo de parecer pesado, unas tablas os habrían venido de lujo para esa aproximación, jajaja...en serio, una pasada, y el refu espectacular. Que pasará mañana?
    PD, en el face te comentaré sobre el Mont Blanc.
    Un abrazo.

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  5. Hola Josemi.
    Una cerveza,otra cerveza...por eso no hicisteis cima,jajaja.Espectaculares las fotos.
    Un abrazo.

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  6. Hola Josemi!!

    Aunque como dice Carlos nos habéis destripado la segunda parte jejejejje...lo que cuenta es los buenos momentos que habéis pasado en la montaña,en el refugio...la cima opino que siempre es un objetivo secundario.

    Un abrazo,esperamos la segunda parte.

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  7. Lo primero de todo, perdón por el retraso en responder...

    Carlos, era mejor destriparlo cuanto antes. Total, con el día que tuvimos la cima rápidamente perdió importancia para nosotros jejeje.+

    Fernan, lo cierto es que es un sueño hecho realidad. El solo hecho de poder caminar por estos sitios...

    Angel, ya está ya está...jejeje.

    Sherpa, jajajaja tu y tus tablas. Pues tienes toda la razón supongo. Al menos, hemos pensado que quizás nos alquilemos unas para probarlas algún día suelto...

    Fosi, con toda la tarde para "no hacer nada"...es lo que tocaba jejeje.

    Dani, como bien dices, la cima pasó a ser algo secundario. Ya la conseguiremos en otra ocasión. Sin prisa y haciendo las cosas bien...

    Un abrazo compañeros, y muchas gracias por vuestros comentarios.

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