Poco después de llegar a Innsbruck nos recorrimos el sendero que asciende a la Neue Magdeburger Hütte, rodeando el macizo de Hechenberg por el barranco de Kranebitten (Kranebitter Klamm)...
También algo más tarde ascendimos a su principal cumbre, el Kirchbergköpfl, por el mismo sendero...
...y es que tenemos estas montañas enfrente de la puerta de casa. Las vemos a diario, y como no es de extrañar, más de una vez se nos había pasado por la cabeza lo de "¿y cómo será la subida por el barranco?". Es decir, por el fondo, por el arroyo (Sulzenbach) en lugar de por el camino (que asciende a media ladera). El caso es que por mucho buscar, no encontré nada de información sobre esa posibilidad, así que tocaba ir "a ciegas", a ver lo que nos encontrábamos.
(La parte azul es el tramo recorrido, la parte gris es lo que nos queda por descubrir. Buena proporción jaja)
Saliendo de Innsbruck, con el macizo de Hechenberg siempre delante...
...imaginando como será el barranco...
...con los primeros signos de la primavera...
...ascendiendo por pista, descendiendo por carretera, cada vez más cerca del barranco...
...dónde encontramos el sendero por el cual ya hemos caminado en dos ocasiones...
...pero el cual no pisaremos en este día. Hoy los planes son diferentes...
Cogemos el barranco de frente, subiendo por bloques, intentando no mojarnos mucho. Ha sido un acierto traer las botas rígidas...
Bordeando el arroyo...
...por pendientes bastantes acentuadas...
...¡vaya! una escalera. ¿Una ferrata antigua? ¿alguna instalación? Se hace inevitable subirla...
Llegamos a una curva en la que unos árboles caídos nos cortan el paso. Los saltamos con cuidado...
...haciendo uso de los cables oxidados (y en un estado bastante malo), para atravesar las partes más expuestas...
Los cables aparecen y desaparecen. Vamos dejando atrás el fondo...
...unos peldaños colocados estratégicamente...
...y llegamos a la zona de nieve. Parece que aún queda algo por aquí...
Un puente de hielo se eleva casi metro y medio del arroyo...
...pero parece estable...
...aún así, hay que pasar con cuidado...
...para descubrir después otra curva del arroyo, en la cual la nieve hace el paso impracticable.
Decidimos dar un rodeo, abandonaremos el barranco...para intentar retomarlo un poco más arriba...
...pero la ladera sube y sube, y no vemos opción de regresar al fondo...
...de hecho, acabamos enriscados en una pendiente nada recomendable...
...hora de rectificar, por aquí no hay salida.
...descendiendo por la pedrera descompuesta...
...nos desvíamos un poco y vemos el arroyo, pero un muro de piedra con una buena caída nos impide llegar hasta él...
...interesante cueva...
No queda otra que dar marcha atrás. En esto se ha convertido la ruta de hoy. Piedras, piedras y más piedras. Y todas ellas sueltas jeje.
Regresamos hasta el punto donde abandonamos el barranco...
...y volvemos a comprobar la imposibilidad de continuar por él. Toca volver...
...recuerdos de montañeros caídos colgados en un recoveco...
...agua...
...rocas...
Tranquilamente comemos a mitad del descenso, y después proseguimos la marcha...
...curiosas formaciones...
...atravesamos el paso expuesto una vez más...
...con cuidado de no resbalar...
...observando lo poco que nos queda...
...para abandonar el barranco, y desandar el camino hasta casa.
Tendremos que dar tiempo a la nieve para irse. Y después, volveremos.
Hasta la próxima. Un saludo.
También algo más tarde ascendimos a su principal cumbre, el Kirchbergköpfl, por el mismo sendero...
...y es que tenemos estas montañas enfrente de la puerta de casa. Las vemos a diario, y como no es de extrañar, más de una vez se nos había pasado por la cabeza lo de "¿y cómo será la subida por el barranco?". Es decir, por el fondo, por el arroyo (Sulzenbach) en lugar de por el camino (que asciende a media ladera). El caso es que por mucho buscar, no encontré nada de información sobre esa posibilidad, así que tocaba ir "a ciegas", a ver lo que nos encontrábamos.
(La parte azul es el tramo recorrido, la parte gris es lo que nos queda por descubrir. Buena proporción jaja)
Saliendo de Innsbruck, con el macizo de Hechenberg siempre delante...
...imaginando como será el barranco...
...con los primeros signos de la primavera...
...ascendiendo por pista, descendiendo por carretera, cada vez más cerca del barranco...
...dónde encontramos el sendero por el cual ya hemos caminado en dos ocasiones...
...pero el cual no pisaremos en este día. Hoy los planes son diferentes...
Cogemos el barranco de frente, subiendo por bloques, intentando no mojarnos mucho. Ha sido un acierto traer las botas rígidas...
Bordeando el arroyo...
...por pendientes bastantes acentuadas...
...¡vaya! una escalera. ¿Una ferrata antigua? ¿alguna instalación? Se hace inevitable subirla...
Llegamos a una curva en la que unos árboles caídos nos cortan el paso. Los saltamos con cuidado...
...haciendo uso de los cables oxidados (y en un estado bastante malo), para atravesar las partes más expuestas...
Los cables aparecen y desaparecen. Vamos dejando atrás el fondo...
...unos peldaños colocados estratégicamente...
...y llegamos a la zona de nieve. Parece que aún queda algo por aquí...
Un puente de hielo se eleva casi metro y medio del arroyo...
...pero parece estable...
...aún así, hay que pasar con cuidado...
...para descubrir después otra curva del arroyo, en la cual la nieve hace el paso impracticable.
Decidimos dar un rodeo, abandonaremos el barranco...para intentar retomarlo un poco más arriba...
...pero la ladera sube y sube, y no vemos opción de regresar al fondo...
...de hecho, acabamos enriscados en una pendiente nada recomendable...
...hora de rectificar, por aquí no hay salida.
...descendiendo por la pedrera descompuesta...
...nos desvíamos un poco y vemos el arroyo, pero un muro de piedra con una buena caída nos impide llegar hasta él...
...interesante cueva...
No queda otra que dar marcha atrás. En esto se ha convertido la ruta de hoy. Piedras, piedras y más piedras. Y todas ellas sueltas jeje.
Regresamos hasta el punto donde abandonamos el barranco...
...y volvemos a comprobar la imposibilidad de continuar por él. Toca volver...
...recuerdos de montañeros caídos colgados en un recoveco...
...agua...
...rocas...
Tranquilamente comemos a mitad del descenso, y después proseguimos la marcha...
...curiosas formaciones...
...atravesamos el paso expuesto una vez más...
...con cuidado de no resbalar...
...observando lo poco que nos queda...
...para abandonar el barranco, y desandar el camino hasta casa.
Tendremos que dar tiempo a la nieve para irse. Y después, volveremos.
Hasta la próxima. Un saludo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario