Lleva ya tiempo sin nevar, y durante estas últimas semanas rara vez ha entrado una nube al valle del Inn, por lo que hace dos viernes intentamos de nuevo alcanzar la cumbre del Brandjochspitze. Esta montaña se nos está resistiendo, pero aún así disfrutamos de un fantástico día de montaña...
A diferencia de aquella vez, en la que desistimos de nuestro objetivo aún muy lejos de él, esta vez nos quedamos mucho más cerca, y no fue la nieve la culpable, sino el viento. La predicción no era del todo favorable, y hacia las últimas horas de luz (las cuatro o cinco de la tarde) daban posibles lluvias débiles. Sin embargo no era eso lo que nos preocupaba, sino las nubes, que desde primera hora de la mañana estaban cómodamente aposentadas en las cumbres más altas. Y tenemos entendido que los últimos doscientos metros hasta la cima son algo expuestos y con algún paso peligroso. Como para hacerlo con niebla, pensamos...
Como en la subida que realizamos a Höttinger Alm, salimos de Innsbruck en dirección a Höttinger Bild, y a partir de ésta tomamos las indicaciones que nos llevarán a la pista que asciende hasta Höttinger Alm. A diferencia de la otra vez, a mitad de camino tomamos una senda diferente para ascender hasta el refugio...
...dejando atrás la cómoda pista...
...mientras al otro lado del valle, el Serles lucha estoicamente por contener las nubes.
El camino asciende por una gran cárcava salvando unos quinientos metros de desnivel, hasta llegar a Höttinger Alm...
...esta vez por su lado este.
En su fuente podemos calmar la sed sin tener que quitarnos la mochila, y después continuamos ascendiendo por una senda claramente marcada. Atravesaremos el "Alm" que da nombre al lugar (alm:pasto alpino, en altura), y que pese a lo que se pueda pensar, tiene una gran inclinación jejeje...
Al fondo, los imponentes Alpes de Stubai.
Por delante nos queda un continuado zig-zag para salvar lo que nos separa del Frau-Hitt-Sattel (la silla, o silla de montar, de Frau Hitt), nombre que se le da al collado que separa el Brandjochspitze del pico Frau-Hitt y del Sattelspitze. Nuestro objetivo, por ser más alto, se encuentra cubierto por las nubes...
El Serles continua su particular batalla...
...mientras que en el valle parece hacer un día espléndido.
Tomando referencias, vamos viendo nuestro avance. A la altura del Seegrube (a unos 1905m) más o menos...
...realizamos una pequeña parada para descansar. Nos cruzan varios montañeros e incluso un cazador...
...y después continuamos. Parece que el collado está cada vez más cerca, y a ratos podemos ver la cima del Brandjochspitze.
Los pastos ceden el sitio a la roca...
...y pronto nos vemos subiendo por un sendero tallado en la roca. Un último esfuerzo, pues ya vemos el collado...
...y alcanzamos una pequeña bifurcación. Hacia la derecha...
...el esbelto peñón llamado Frau-Hitt, que se puede observar claramente desde la ciudad. Se puede ver la cruz que lo corona.
Y hacia la izquierda el camino continúa...
...hasta el Frau-Hitt-Sattel (2235m).
Como me llaman mucho estas cosas, al igual que hice con el Serles, os cuento una pequeña leyenda que he leido sobre el pico Frau-Hitt:
"Hace mucho tiempo, en un castillo cercano a Innsbruck vivía la dueña y señora de muchas tierras. Su nombre era Frau Hitt y era conocida por su codicia, su egoísmo y su carencia de sentimiento. A los campesinos que trabajaban en sus tierras apenas se les pagaba y a menudo se abusaba de ellos.
Ocurrió una vez que una fuerte hambruna asoló el país. Mucha gente estuvo a punto de morir de hambre y Frau Hitt era la única que tenía comida de sobra para ella y para su único amor, el magnífico corcel con el que le gustaba pasear por sus tierras.
A menudo, Frau Hitt hacía rondas de inspección en las que culpaba al pueblo de la falta de alimento. Un día, cuando volvía de realizar una de esas rondas, un extraño se le cruzó en el camino.
-Tenga piedad de un pobre hombre hambriento- dijo el hombre, mirando el enorme pan que Frau Hitt cargaba bajo el brazo.
Frau Hitt ni siquiera lo miró y continuó su camino. El extraño, desesperadamente, gritó.
-¡Le suplico, en el nombre de Dios Todopoderoso, que me de algo para comer!
Ella se paró e hizó a su corcel dar la vuelta. Después descabalgó y se agachó, cogió una piedra del suelo y se la tendió al hombre.
-Si tanta hambre tienes-dijo lentamente-, podrás comerte eso.
Oyendo esto, el hombre la maldijo.
-Quiera Dios que te conviertas en la misma piedra de la que está hecho tu corazón.
Acto seguido, una fuerte tormenta se desató, y cuando hubo pasado, un nuevo pilar de piedra se alzaba sobre Innsbruck, con la forma de una esbelta mujer cabalgando un gran corcel."
Tiene muchas similitudes con la leyenda del Serles: el rey/noble malvado que se aprovecha del pueblo llano, la tormenta, la conversión en piedra...pero aún así, me parecen interesantes. Siguiendo con nuestra ruta, por abajo parece que también han llegado las nubes...
...nosotros nos asomamos al Frau-Hitt-Sattel, una estrecha apertura en la roca que conecta las dos vertientes, aunque parece que la vertiente norte no es del todo accesible jejeje.
A causa del incómodo viento, nos resguardamos tras unas rocas y aprovechamos para comer algo. Pero en diez minutos, el frio nos obliga a ponernos en marcha. Tomamos de nuevo la senda que se dirige hacia el oeste, rodeando unos espolones rocosos, para alcanzar más adelante la cresta del Brandjochspitze...
...y apenas hemos avanzado unos diez metros por ella, cuando nos tenemos que tirar hacia adelante buscando agarre con las manos, pues una fuerte ráfaga de viento casi nos arranca del sitio. Y ahí, acuclillados y sorprendidos, nos miramos y sin dudarlo un momento cada uno hace un gesto que los demás comprendemos al instante: retirada.
Con cuidado, medio de pie medio a gatas, desandamos el trozo de cresta. Nunca había sentido un viento tan fuerte, y en algún momento temí de veras que me arrojara pendiente abajo...más tarde, leí en internet que por la zona se habían alcanzado vientos de 90 y 100 km/h.
Nos pusimos a cubierto y tras terminarnos el resto de comida que llevábamos como excusa para esperar a ver si la cosa amainaba...pero al rato iniciamos el descenso.
El Brandjochspitze volvía a perderse entre las nubes, pero otra vez será. En el centro de la foto, justo detrás de un promontorio rocoso, está la zona en la que nos tuvimos que dar la vuelta.
Una vista hacia abajo...
...y otra hacia Frau-Hitt, a la que nos acercaríamos antes de bajar, descubriendo así el inicio de una vía ferrata (quien sabe...¿para primavera quizás?).
Hacia el sur, los Alpes de Stubai de nuevo...
...y la ciudad de Innsbruck.
Ahora nos queda bajar...
...hacia Höttinger Alm...
...mientras el Serles continúa cubierto por las nubes...
...y las rocas se pierden en la niebla sobre nuestras cabezas.
De vuelta a casa...
...no sin antes tomarnos la cerveza de rigor en Höttinger Alm...
...la cual seguramente fue la culpable de que se nos hiciera de noche a mitad del descenso.
Pero con estos paisajes...
...
...
...¿quién se va a quejar?
Resumen de la ruta
Inicio y final: Innsbruck (580m)
Inicio y final: Innsbruck (580m)
Distancia: 21-22km
Desnivel de subida: 1700m
Desnivel de bajada: 1700m
Tiempo: 7h (paradas incluidas)
Desnivel de subida: 1700m
Desnivel de bajada: 1700m
Tiempo: 7h (paradas incluidas)
A diferencia de aquella vez, en la que desistimos de nuestro objetivo aún muy lejos de él, esta vez nos quedamos mucho más cerca, y no fue la nieve la culpable, sino el viento. La predicción no era del todo favorable, y hacia las últimas horas de luz (las cuatro o cinco de la tarde) daban posibles lluvias débiles. Sin embargo no era eso lo que nos preocupaba, sino las nubes, que desde primera hora de la mañana estaban cómodamente aposentadas en las cumbres más altas. Y tenemos entendido que los últimos doscientos metros hasta la cima son algo expuestos y con algún paso peligroso. Como para hacerlo con niebla, pensamos...
Como en la subida que realizamos a Höttinger Alm, salimos de Innsbruck en dirección a Höttinger Bild, y a partir de ésta tomamos las indicaciones que nos llevarán a la pista que asciende hasta Höttinger Alm. A diferencia de la otra vez, a mitad de camino tomamos una senda diferente para ascender hasta el refugio...
...dejando atrás la cómoda pista...
...mientras al otro lado del valle, el Serles lucha estoicamente por contener las nubes.
El camino asciende por una gran cárcava salvando unos quinientos metros de desnivel, hasta llegar a Höttinger Alm...
...esta vez por su lado este.
En su fuente podemos calmar la sed sin tener que quitarnos la mochila, y después continuamos ascendiendo por una senda claramente marcada. Atravesaremos el "Alm" que da nombre al lugar (alm:pasto alpino, en altura), y que pese a lo que se pueda pensar, tiene una gran inclinación jejeje...
Al fondo, los imponentes Alpes de Stubai.
Por delante nos queda un continuado zig-zag para salvar lo que nos separa del Frau-Hitt-Sattel (la silla, o silla de montar, de Frau Hitt), nombre que se le da al collado que separa el Brandjochspitze del pico Frau-Hitt y del Sattelspitze. Nuestro objetivo, por ser más alto, se encuentra cubierto por las nubes...
El Serles continua su particular batalla...
...mientras que en el valle parece hacer un día espléndido.
Tomando referencias, vamos viendo nuestro avance. A la altura del Seegrube (a unos 1905m) más o menos...
...realizamos una pequeña parada para descansar. Nos cruzan varios montañeros e incluso un cazador...
...y después continuamos. Parece que el collado está cada vez más cerca, y a ratos podemos ver la cima del Brandjochspitze.
Los pastos ceden el sitio a la roca...
...y pronto nos vemos subiendo por un sendero tallado en la roca. Un último esfuerzo, pues ya vemos el collado...
...y alcanzamos una pequeña bifurcación. Hacia la derecha...
...el esbelto peñón llamado Frau-Hitt, que se puede observar claramente desde la ciudad. Se puede ver la cruz que lo corona.
Y hacia la izquierda el camino continúa...
...hasta el Frau-Hitt-Sattel (2235m).
Como me llaman mucho estas cosas, al igual que hice con el Serles, os cuento una pequeña leyenda que he leido sobre el pico Frau-Hitt:
Ocurrió una vez que una fuerte hambruna asoló el país. Mucha gente estuvo a punto de morir de hambre y Frau Hitt era la única que tenía comida de sobra para ella y para su único amor, el magnífico corcel con el que le gustaba pasear por sus tierras.
A menudo, Frau Hitt hacía rondas de inspección en las que culpaba al pueblo de la falta de alimento. Un día, cuando volvía de realizar una de esas rondas, un extraño se le cruzó en el camino.
-Tenga piedad de un pobre hombre hambriento- dijo el hombre, mirando el enorme pan que Frau Hitt cargaba bajo el brazo.
Frau Hitt ni siquiera lo miró y continuó su camino. El extraño, desesperadamente, gritó.
-¡Le suplico, en el nombre de Dios Todopoderoso, que me de algo para comer!
Ella se paró e hizó a su corcel dar la vuelta. Después descabalgó y se agachó, cogió una piedra del suelo y se la tendió al hombre.
-Si tanta hambre tienes-dijo lentamente-, podrás comerte eso.
Oyendo esto, el hombre la maldijo.
-Quiera Dios que te conviertas en la misma piedra de la que está hecho tu corazón.
Acto seguido, una fuerte tormenta se desató, y cuando hubo pasado, un nuevo pilar de piedra se alzaba sobre Innsbruck, con la forma de una esbelta mujer cabalgando un gran corcel."
(Imagen: http://www.diekelten.at/; vía http://www.tyrol-guide.com/)
Tiene muchas similitudes con la leyenda del Serles: el rey/noble malvado que se aprovecha del pueblo llano, la tormenta, la conversión en piedra...pero aún así, me parecen interesantes. Siguiendo con nuestra ruta, por abajo parece que también han llegado las nubes...
...nosotros nos asomamos al Frau-Hitt-Sattel, una estrecha apertura en la roca que conecta las dos vertientes, aunque parece que la vertiente norte no es del todo accesible jejeje.
A causa del incómodo viento, nos resguardamos tras unas rocas y aprovechamos para comer algo. Pero en diez minutos, el frio nos obliga a ponernos en marcha. Tomamos de nuevo la senda que se dirige hacia el oeste, rodeando unos espolones rocosos, para alcanzar más adelante la cresta del Brandjochspitze...
...y apenas hemos avanzado unos diez metros por ella, cuando nos tenemos que tirar hacia adelante buscando agarre con las manos, pues una fuerte ráfaga de viento casi nos arranca del sitio. Y ahí, acuclillados y sorprendidos, nos miramos y sin dudarlo un momento cada uno hace un gesto que los demás comprendemos al instante: retirada.
Con cuidado, medio de pie medio a gatas, desandamos el trozo de cresta. Nunca había sentido un viento tan fuerte, y en algún momento temí de veras que me arrojara pendiente abajo...más tarde, leí en internet que por la zona se habían alcanzado vientos de 90 y 100 km/h.
Nos pusimos a cubierto y tras terminarnos el resto de comida que llevábamos como excusa para esperar a ver si la cosa amainaba...pero al rato iniciamos el descenso.
El Brandjochspitze volvía a perderse entre las nubes, pero otra vez será. En el centro de la foto, justo detrás de un promontorio rocoso, está la zona en la que nos tuvimos que dar la vuelta.
Una vista hacia abajo...
...y otra hacia Frau-Hitt, a la que nos acercaríamos antes de bajar, descubriendo así el inicio de una vía ferrata (quien sabe...¿para primavera quizás?).
Hacia el sur, los Alpes de Stubai de nuevo...
...y la ciudad de Innsbruck.
Ahora nos queda bajar...
...hacia Höttinger Alm...
...mientras el Serles continúa cubierto por las nubes...
...y las rocas se pierden en la niebla sobre nuestras cabezas.
De vuelta a casa...
...no sin antes tomarnos la cerveza de rigor en Höttinger Alm...
...la cual seguramente fue la culpable de que se nos hiciera de noche a mitad del descenso.
Pero con estos paisajes...
...
...
...¿quién se va a quejar?
Hola Iván y Josemi!
ResponderEliminarNada,a la tercera será la vencida.
La leyenda muy curiosa y con mucha moraleja,a más de un politicucho o banquero no le estaría mal....
Ya veo que en Austria las birras como las montañas,grandes...y frias!!! jejejejeje.
Un saludo.
Hola chicos,
ResponderEliminarvaya vaya, así que otro intento y tampoco ha podido ser? bah, es que no puede ser con vosotros. por una pequeña ráfaga de aire echaros para atrás. Anda que... jijiji
Nada, como dice Dani, a la tercera os haréis con él. O a la cuarta, o a la quinta... Sobre todo que sea haciendo bien las cosas. Arriesgando lo menos posible, que se trata de pasarlo bien y regresar.
Oye Josemi, las últimas fotos del atardecer me encantan, muy chulas.
Un abrazo amigos.
Dani, eso esperamos! Ya no solo por insistir, es que esa montaña nos llama mucho la verdad, quizás por esquiva, o por preciosa...
ResponderEliminarAquí todo grande jaja, ya no se que voy a hacer cuando vuelva a España y me pongan una caña, se me va a quedar corta =).
Carlos, jajaja. Es que aquí menuda ligera brisa hace de cuando en cuando jeje. Tranquilo que si en algún momento no nos sentimos seguros, nos damos la vuelta y para abajo, que no tenemos ningún problema con eso. Es más, así tenemos que volver a subir =).
Un abrazo a los dos!!
Que guapo. Hicisteis bien. Siempre estara ahi y podeis volver a intentarlo.
ResponderEliminarYa se ve nieve en las cimas, en nada las tenemos cubiertas de blanco.
Un saludo pareja.
Hola Juanma! Pues si, ya lo intentaremos de nuevo, con un poco de suerte con nieve jejeje. De momento no se ve aún el momento de que llegue el manto blanco. Y la gente dice que es muy raro que aún no haya caido la nevada gorda...seguiremos esperando =).
ResponderEliminarUn abrazo.